El UX se ha convertido en un término muy común e incluso “de moda” en los últimos años, sin embargo, con su popularidad han surgido también muchas confusiones donde la mayoría de las personas se imaginan qué es, pero pocas de ellas lo comprenden realmente. Para poder sacar provecho e implementar en empresas y procesos, es importante lograr entender qué es, qué no es y cuál es su alcance. A continuación, te lo explicamos de una forma sencilla a través de 4 simples preguntas.
UX hace referencia a “user experience” o en español, experiencia de usuario. Este es un término relativamente nuevo que surgió como profesión apenas en el siglo XXI. El UX en el contexto actual, está sumamente relacionado con las experiencias humanas y nuestra interacción con dispositivos y plataformas digitales, sin embargo, no se limita solo a la relación con la tecnología. La “experiencia de usuario” abarca desde la atracción de un cliente, hasta que el producto o servicio es entregado y cómo este proceso de inicio a fin está diseñado e integrado. De acuerdo con la organización Interaction Design Foundation, “el UX es el proceso que los equipos de diseño utilizan para crear productos que brindan experiencias significativas y relevantes para los usuarios. Esto implica la estructura de todo el proceso de adquisición e integración del producto, incluidos los aspectos de marca, diseño, usabilidad y función.”
Con la necesidad de brindar mejores experiencias, la profesión de “UXer” apenas se está consolidando de manera formal, sobre todo en mercados que no son potencias tecnológicas. Hoy en día los diseñadores e investigadores UX suelen tener bases académicas provenientes de la psicología, programación o ciencias computacionales, marketing, publicidad y diseño gráfico, visual o multimedia. Sin embargo, más que una profesión establecida, un diseñador de UX debe tener la capacidad de preguntarse el por qué, qué y cómo se usan los productos. Debe conocer lo suficiente al usuario de su producto para poder construir o mejorar una experiencia de compra más simple, intuitiva y significativa posible.
El UCD se refiere a crear nuevas e innovadoras soluciones a problemas cotidianos por medio de un proceso de diseño iterativo en el que los diseñadores se centran en las necesidades del usuario en cada paso del servicio. Por medio de un profundo entendimiento, empatía y comprensión de los usuarios, el diseño centrado en el usuario se enfoca en quién usará el producto, su contexto y las necesidades además de involucrar a los usuarios durante todo el proceso de diseño y desarrollo.
La experiencia de usuario llega a ser malinterpretada constantemente, la usabilidad y UI (por sus siglas en inglés) son constantemente confundidas por el término. La usabilidad es una parte de la experiencia de usuario, más no es sinónimo. Al hablar de usabilidad nos referimos a qué tan accesible es un producto o sitio web para los usuarios. La organización Interaction Design Foundation afirma que “un diseño no es utilizable o inutilizable per se; sus características, junto con el contexto del usuario, determinan su nivel de usabilidad.”
Por otro lado, el UI que se refiere a “interfaz de usuario” se trata de la aplicación del diseño gráfico a una app o producto digital. Comprende los botones, los iconos, el texto, las imágenes, y cualquier elemento visual con el que interactúa el usuario. La tarea de los diseñadores de la interfaz es asegurarse de que el producto sea tan atractivo como funcional para que cumpla con el propósito de guiar al usuario para cumplir con su propósito.