¿Recuerdas la última gran idea que tuviste para tu empresa? ¿Acaso ocurrió en una junta administrativa, una reunión con clientes o en un “brainstorm” con tu equipo? Tal vez ese fue el caso en algunas ocasiones, pero lo más probable es que haya ocurrido en un momento inesperado del día: en la regadera, de camino al trabajo, o mientras esperabas tu turno en la fila del banco. La razón de esto es sencilla, pues, generamos nuestras mejores ideas cuando tenemos tiempo y espacio para pensar, sin la necesidad de interactuar con alguien más. Rompiendo el mito de generación de ideas

Hoy en día es cada vez más común ver que las empresas enfocan sus esfuerzos de marketing en medios digitales. Esto no es de sorprender pues la audiencia de Internet en México ha tenido un crecimiento exponencial que ha generado más de 50 millones de usuarios nuevos en los últimos 10 años, de acuerdo con la Asociación de Internet.mx en su Estudio sobre los hábitos de los usuarios de Internet en México 2017. Estos usuarios se han convertido en un mercado muy relevante para las marcas y por ello es importante conocer las tendencias de su comportamiento, para llegar a ellos de la manera más adecuada.

Al ser el responsable de marketing para una marca, es muy común que el trabajo con agencias de diseño sea constante y requiera de una comunicación muy efectiva. Sin embargo, existen muchos casos donde hay fallos en esta comunicación, por no poder verbalizar o describir un problema concreto. Frecuentemente también se producen situaciones del tipo “yo sé más de mi producto que tú y sé lo que mis consumidores necesitan. Tengo datos. Tú solo debes darle forma y color a mis ideas”. Esto refleja la clásica falta de conexión entre marketing y diseño. Sin embargo, no siempre es así, pues existen relaciones excelentes que convierten en éxito los proyectos.

La gran velocidad con la que llegan los nuevos avances tecnológicos ya no sorprende a nadie en la actualidad. Día con día se desarrollan nuevos dispositivos y plataformas digitales que transforman la manera en que nos conectamos a nivel local y global. Pero hay medios y formas de comunicación que, aún con todas las innovaciones de la era contemporánea, han logrado adaptarse a estas nuevas tecnologías manteniéndose vigentes hasta el día de hoy. El ejemplo más claro de esto es el e-mail. A pesar de ser una de las herramientas digitales con mayor antigüedad en el Internet, su efectividad y alcance ha mejorado desde que comenzó a utilizarse alrededor del año 2000.

En las últimas décadas, el desarrollo de nuevas tecnologías ha producido grandes cambios y nuevos retos en la forma en que nos comunicamos. El uso, cada vez mayor, de plataformas y herramientas digitales, ha generado distintas maneras de entablar relaciones entre marcas y personas que hace unos años hubieran sido imposibles de llevar a cabo. Aunado a ello, la proliferación de dispositivos móviles ha permitido que la gente pueda formar sus opiniones y decisiones al instante, y en cualquier lugar, con tan solo ver la actividad de su feed digital.