Hay elementos indispensables que debemos considerar al momento de crear o renovar la imagen de una marca. Uno de ellos es el diseño de su logotipo, ya que este no solo le dará una identidad, sino que también será clave para posicionarla y que sea fácil de recordar por parte de sus clientes potenciales. De aquí nace la necesidad de crear un diseño lleno de personalidad
A continuación, presentamos un listado de sugerencias para tomar en cuenta al momento de crear un logotipo de marca.
4 recomendaciones para diseñar un logotipo
1. Definir el concepto
Como punto de partida, tenemos que identificar a qué se dedica nuestra marca, qué productos o servicios ofrece y en qué medios tendrá mayor presencia (medios digitales o impresos). De esta forma podremos tener una idea más clara de qué tan versátil queremos que sea para que pueda funcionar en distintas aplicaciones.
Teniendo esto definido, debemos pensar qué queremos transmitir visualmente, si queremos comunicar, por ejemplo, la historia de nuestra marca, sus valores, productos, cualidades, etcétera.
Una vez con esto en mente, podemos comenzar a trabajar en el concepto que resuelva estas necesidades, y que además, impacte de manera exitosa a nuestro público objetivo.
2. Identificar y elegir el formato indicado
A menudo confundimos los términos con los que nos referimos a las distintas representaciones visuales de una marca, cuando en realidad existen varios formatos que debemos conocer:
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Logotipo: Se trata del diseño construido solo por la tipografía o composiciones de palabras. No tiene imágenes ni símbolos.
- Isotipo: Su diseño solo se compone de una imagen. No hay tipografías ni texto.
- Imagotipo: Es la unión de logotipo con el isotipo. Es decir, la tipografía con la imagen.
- Isologo: Esta propuesta fusiona en un mismo diseño la tipografía con una imagen.
Y aunque es importante definir cuál es la mejor opción para nuestra marca, muchas veces los nuevos formatos digitales requieren de un logotipo responsivo. Esto significa que nuestro logo debe ser adaptable a diversos tamaños, aplicaciones y contextos, dependiendo el canal.
3. Evitar tendencias de diseño
Al momento de crear cualquier propuesta es común que queramos seguir las tendencias visuales del momento. Sin embargo, esto puede ser contraproducente. Si decidimos hacer esto, lo más probable es que nuestro logotipo tenga una vida muy corta. Esto quiere decir que por un momento podrá parecer muy innovador, pero después de un tiempo podrá verse algo anticuado. Recordemos que lo que hoy está en tendencia, en un mes podrá ser que ya no lo esté.
4. Cuidar la lectura
Independientemente de dónde vaya a vivir nuestro logotipo, de nada nos sirve tener un excelente diseño si no comunicará nada. Por ello es importante saber elegir un estilo y una tipografía con las proporciones adecuadas para que lo haga legible y pueda transmitir mejor nuestro mensaje de marca.
Es importante que hagamos las pruebas necesarias y verifiquemos que nuestro logo funcione. Para lograrlo, es mejor evitar arquitecturas o acabados complejos, pues en muchas ocasiones "menos es más".